El objetivo principal de estos programas de rehabilitación es promover la reinserción social de las personas privadas de libertad, a través del aprendizaje de habilidades laborales y su participación en actividades de rehabilitación integral.

Durante la visita, también se llevó a cabo un monitoreo exhaustivo de los procesos judiciales de las personas privadas de libertad. La comitiva judicial, en conjunto con el director de la Penitenciaría, el abogado Adán González, y el licenciado Aníbal Servín, responsable del área de Reinserción Social, verificaron el estado procesal de los reclusos con condena cuyas causas se encuentran bajo la competencia del Juzgado de Ejecución de Cordillera.

Además, se recibieron solicitudes relacionadas con la atención de salud de los internos prevenidos (aquellos que aún no han sido condenados y tienen pendiente su proceso judicial) que corresponden a otros juzgados. En virtud del artículo 254 del Código Procesal Penal, que establece que "Todo permiso, salida o traslado lo autorizará el Juez Penal del procedimiento", el magistrado de Ejecución, Silva Ucedo, siguiendo la normativa citada, dispuso que los respectivos jueces penales, quienes tienen las causas de origen, sean notificados sobre los pedidos recibidos para que resuelvan lo que corresponda dentro de su competencia.

Con estas acciones, se busca garantizar un adecuado control y vigilancia del régimen penitenciario, así como fomentar la rehabilitación y la reinserción social de las personas privadas de libertad de libertad en el Penal de Emboscada Antigua.

INTERNOS DESARROLLAN PROYECTOS PRODUCTIVOS

Posterior a las verificaciones realizadas en el Penal de Emboscada Antigua, la comitiva recorrió el Pabellón Industrial Virgen La Merced, donde los internos llevan a cabo diversos proyectos productivos. Uno de los programas se enfoca en la elaboración de salsa de ají picante, la cual es producida en su totalidad por los internos de la Antigua Penitenciaría Regional de Emboscada. Para garantizar la calidad de este producto, se seleccionan cuidadosamente todos los ingredientes y se utilizan productos frescos que son procesados en el mismo día. Actualmente, se logra la elaboración de 5000 botellas por semana, con una capacidad de 150 cc. Además de la salsa de ají, los internos también participan en proyectos de elaboración de mantequilla de maní, envasado y comercialización de miel, entre otros.

Es importante destacar que el acceso a estos programas productivos está sujeto a un análisis previo del perfil de cada persona privada de libertad. Este proceso de evaluación es llevado a cabo por el Organismo Técnico Criminológico del penal, el cual está compuesto por el director, psicólogos, trabajadores sociales, médicos, jefe de Seguridad y el encargado del Programa de Reinserción Social. A través de una resolución del Juzgado Penal de Ejecución, los internos son promovidos al periodo de tratamiento, y estos proyectos productivos desempeñan un papel fundamental en la obtención de beneficios penitenciarios, como el acceso a los institutos de redención, salidas transitorias, libertad condicional, entre otros.