Con la mayoría conformada por los magistrados Víctor Medina (presidente) y María Luz Martínez, el arquitecto Bernardo Ismachowiez fue condenado a dos años de prisión por el hecho punible de actividades peligrosas en la construcción. El juez Wilfrido Peralta justificó su voto en disidencia, afirmando que el dolo estaba demostrado y que por ello correspondía una pena de al menos cuatro años.

Según la justificación de la condena brindada por el presidente del tribunal, Víctor Medina, durante el juicio se comprobó que el arquitecto incumplió con las reglas del cuidado técnico de la construcción y con su proceder puso en riesgo la vida de las personas.

Igualmente, indicó que no se pudo comprobar la presunta desviación de la chimenea que habría generado el incendio, asi como tampoco se probó la existencia de una relación contractual entre Ismachowiez y los directivos del supermercado.

Al culminar la lectura del fallo se protagonizaron algunos incidentes con los familiares de las víctimas del siniestro, pero que fueron bien manejados por los policías encargados de la seguridad.