En ese contexto, el perito designado por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) realizó el pesaje, el análisis de campo y, finalmente, la quema controlada de la sustancia. Durante la verificación técnica se constató un total de 212 panes incautados, que arrojaron un peso total de 170 kilos de supuesta marihuana.

La destrucción se llevó a cabo en presencia del agente fiscal, abogado Milciades Ramos, de la Unidad Especializada en la Lucha contra el Narcotráfico de Ñeembucú; la defensora pública en lo penal, abogada Antía Andresa Martínez, quien representa a los imputados en la causa; agentes de la Senad, filial 8 de Pilar; y funcionarios del juzgado interviniente.

Con esta acción, el sistema de justicia reafirma su compromiso con el cumplimiento de la ley y la lucha contra el narcotráfico, garantizando además el debido proceso y el respeto a los derechos y garantías constitucionales. La destrucción de estas evidencias evita su reingreso al circuito delictivo y representa un paso firme en la protección de la seguridad ciudadana y la salud pública.