25 DE FEBRERO DE 2010
FUE POSTERGADA EN DICIEMBRE PASADO POR LA HUELGA
Semana de los Derechos Humanos inicia el lunes 8 de marzo
La Dirección de Derechos Humanos de la Corte Suprema de Justicia comunica que la “Semana por los Derechos Humanos” se inicia el lunes 8 de marzo del 2010, aclarando que la misma fue pospuesta considerando que hubo un cese de actividades judiciales por motivo de la huelga. Las distintas actividades tienen como objetivo lograr la sensibilización de los operadores de justicia en la temática.
En miras a lograr que todos los operadores de justicia y diversos sectores de la sociedad participen en el evento, la DDH se encuentra abocada a la organización de la Semana por los Derechos Humanos 2010, la misma se llevara a cabo en el horario de 10:30 a 12:30 horas en el Hall Central, planta baja del Poder Judicial, teniendo como temas centrales el lunes 8 de marzo, “Derecho de las mujeres y genero”, el miércoles 10 de marzo, “Personas en situación de vulnerabilidad” y el viernes 12 de marzo “Niñez y Adolescencia”.
Se aclara que por motivo de la huelga judicial de diciembre pasado la Dirección de Derechos Humanos se vio obligada a posponer la realización de la misma reprogramándola para marzo de 2010 como actividad de inicio de año.
La actividad está coordinada con sectores de la sociedad civil y otras instituciones de la red estatal y está organizada por la Dirección de Derechos Humanos de la Corte y Amnistía Internacional Paraguay.
Cabe recordar que el 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Tras este acto histórico, la Asamblea pidió a todos los países miembros que publicaran el texto de la Declaración y dispusieran que fuera "distribuido, expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos de enseñanza, sin distinción fundada en la condición política de los países o de los territorios".
En ese sentido, la Asamblea General proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.