De manera unánime los magistrados Victor Medina (presidente), Blanca Gorostiaga y Elsa García absolvieron de culpa y pena al sacerdote salesiano José Antonio Rubio procesado por una supuesta sobrefacturación que según la fiscalía produjo un perjuicio de 600 millones de guaraníes.

La acusación de lesión de confianza se refería a la construcción de nueve pozos artesianos realizados en comunidades rurales por Proyecto Ysakã que fue financiada con dinero donado por la Unión Europea.

Además de Rubio, fueron absueltos Sócrates Garcete, codirector del Proyecto Ysakã, Jorge Marín Postigo coordinador general de la obra, y las arquitectas Elisa Vera, Mirna Ayala y Rocío Mendoza ejecutoras de la construcción de los citados pozos.

Según argumentó, el tribunal, la fiscalía durante la audiencia oral y pública no demostró los delitos de estafa y lesión de confianza, asimismo no se comprobó el perjuicio patrimonial contra la UE.

Medina en su exposición manifestó que lo que sí existieron fueron “desproligidades administrativas en las construcciones realizadas”. Asimismo, que según se demostró en audiencia “las licitaciones aprobadas fueron avaladas por miembros de la UE”