El doctor Benjamín Fernández Bogado, del Grupo Impulsor del Acceso a la Información Pública (Giai) de Paraguay, fue quien inició el conversatorio de cierre señalando que “este marco jurídico es una  ley que nos pone por filo en un cambio de era real o que permite el paso  del idiota al ciudadano, del que no quería o no podía saber, de a aquel que vivía en la condición de vasallo a uno que participa en la construcción de la vida política cívica nacional, esto hace que el habitante se reciba de ciudadano”.

“La segunda parte, que aún no se ha modificado, como parte esencial de la ley es la organización del Estado. Desafortunadamente ahora sabemos más cosas de lo que hace el Estado en nuestro nombre, pero no vemos que eso esté acompañado por los cambios o por la reforma, la nómina de cómo contratamos a los funcionarios, de cómo se establecen los salarios, por ejemplo”, agregó.

Finalmente, indicó que “si sabemos lo que ocurre de irregular y no se corrige, la sensación que tiene el ciudadano es que ahora sé, pero lo que sucedería es que nos encontraríamos con una avalancha de hechos de corrupción y distorsionados pero no corregidos, lo que terminaría con un desencanto por la democracia, una ausencia de la construcción del carácter colectivo como valor de ella. Esto en el camino conlleva a la sustitución de la libertad de expresión que tiene el acceso de la información como uno de sus elementos centrales”.

Sobre el tema de Acceso a la Información, Fabiano Angélico, de Transparencia Internacional, expresó que en esta materia existen muchos desafíos y la transparencia como activo tiene que estimular a líderes para que adopten la transparencia en sus plataformas

Así también explicó que no está todavía tan claro que la transparencia es una actividad importante, existen desorganización de los datos y agregó el micropoder, el proceso de que uno o dos que manejan y no hay un protocolo.

Realizó una relación entre la partitura musical y el acceso a la información con respecto a los trámites públicos que deberían ser como la partitura, esto aquí y luego aquí. Pero para eso hay que crear estos protocolos, esta organización. “Son desafíos muy pesados; de la ciudadanía el mayor problema es la ignorancia, y es una obligación del Estado difundir el Derecho a la Información”, puntualizó.

Juan Carlos Lezcano, comunicador del Foro de Periodistas del Paraguay (FOPEP) y ABC Color, manifestó que “las leyes de Trasparencia y la Ley de Acceso a la Información Pública son sin lugar a duda sumamente importantes para los periodistas, porque son herramientas que podemos utilizar para exigir información a la que hasta hace un tiempo era básicamente imposible acceder. Aparte de ser herramientas superimportantes, son un desafío grande para nosotros los periodistas porque exige mayor seriedad, compromiso, precisión y exactitud a la hora de hacer nuestro trabajo”.

“Antes el periodista conseguía información con base en su habilidad de hacerse de fuentes, hoy en día es la propia ciudadanía la que puede acceder a la información. Eso quiere decir que lo que el periodista  publica, cualquiera puede revisar a profundidad, y si es que me equivoco, lo van a retrucar, y uno como periodista su mayor legado es siempre el buen nombre, y mientras más un periodista se equivoca, le resta credibilidad, que es lo más importante que uno tiene”, concluyó.

La ponencia de cierre la realizó Dante Negro, director del Departamento de Derecho Internacional  de la Organización de los Estados Americanos (OEA), quien destacó que como programa  apoyan a los Estados miembros sobre acciones en materia de legislación interna. Asimismo, dijo que es importante el involucramiento de actores no estatales de la sociedad civil y otros actores sociales, además de promover entre la ciudadanía la difusión.