La entrega incluyó una computadora, 500 metros de tela metálica destinada a la mejora de las instalaciones del penal, así como planchitas y secadores de cabello para cada módulo. Además de telas, bastidores, hilos, agujas para bordado, cuerina, entre otros elementos que serán utilizados en manualidades, actividades laborales, formativas y de cuidado personal de las internas.

La iniciativa tiene como objetivo fortalecer los procesos de reinserción social, promoviendo la participación de las mujeres privadas de libertad en labores productivas, manualidades y cursos de capacitación que contribuyan a su desarrollo personal y a la adquisición de habilidades útiles para su reintegración a la sociedad.

Las donaciones fueron posibles gracias al apoyo del Juzgado Especializado en Delitos Económicos, a cargo del juez Humberto Otazú en el marco de las causas que radican en su despacho, cuya colaboración permitió concretar esta acción en favor del bienestar y la rehabilitación de las internas.