En ese sentido, durante todo el mes de octubre se desarrollan jornadas de sensibilización, talleres informativos y actividades de promoción de la salud. Estas acciones tienen como objetivo garantizar el acceso a la información, fomentar el autocuidado y visibilizar la importancia de la detección temprana del cáncer de mama en todos los contextos, especialmente en aquellos atravesados por la privación de libertad.

En este marco, la salud es un derecho que debe ser garantizado en cualquier circunstancia, y “Octubre Rosa” convoca a reforzar la mirada integral sobre las mujeres en contextos de encierro, visibilizando sus necesidades y promoviendo su bienestar físico y emocional.

Asimismo, se brindan espacios de escucha activa y acompañamiento emocional, entendiendo que la prevención y el cuidado también involucran el fortalecimiento de la autoestima, la confianza y la contención afectiva, factores clave para un abordaje humanizado de la salud en contextos penitenciarios.

Desde la Coordinación de Supervisión de Justicia Penitenciaria se reafirma el compromiso con una justicia con perspectiva de género, que garantice el respeto de los derechos fundamentales de todas las personas privadas de libertad, especialmente en lo que respecta a su salud y dignidad.

El derecho a la vida está garantizado por el artículo 4°, y el derecho a la salud, por el artículo 68°, que establece que el Estado protegerá y promoverá la salud como un derecho fundamental de la persona y en interés de la comunidad.