Según informó la citada repartición, el magistrado Juan Francisco Recalde Galván, a cargo del juzgado, se abocó a la organización de un equipo de trabajo que brinde calidad en la atención, que implica no solamente la solución a los conflictos en tiempo oportuno, sino también buen trato, a justiciables, víctimas, auxiliares de justicia, sean estos funcionarios públicos o no.

El magistrado explicó que “debido a la elevada carga laboral, se pretendió agilizar los trámites y reducir los tiempos, evitando, en la medida de lo posible, la elevación de los casos a juicio oral y público, dando así prioridad a las salidas alternativas al proceso penal, cuando las causas así lo permiten conforme a las normativas procesales”.

Subrayó que “la mediación como método alternativo de solución de conflictos dota de capacidad profesional para su intervención en los procesos como la prestación alimentaria, y que en partida contribuye a la descongestión del juzgado y la disminución de la mora en el sistema de justicia”. 

Finalmente, el juez Recalde afirmó que se considera que los casos emblemáticos son aquellos en los que, mediante la herramienta de la mediación, un niño tuvo inmediatamente la asistencia alimentaria que el padre o madre no le estaba brindando, evitando largos procesos penales. “Eso a nuestro entender debe ser emblemático, que la sociedad se sienta satisfecha con la labor de la justicia y los más vulnerables vean el resultado de sus denuncias o de los procesos”, expresó.